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Y continuando con las maravillosas clases ...
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No, si una puso voluntad, lo que ocurrió fue que como la leche que me ponían para desayunar la tiraba por la ventana, sin que nadie me viera, pues... Mis patitas no crecieron demasiado y me quedé en "Vaquera de la Finojosa" ¡Ja!
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